No entiendes las palabras de Jesús: Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Has pedido a Dios muchas cosas que no has recibido. Y siempre concluías tu oración diciendo: «Por Jesucristo nuestro Señor. Amén». Por eso piensas que esas palabras de Jesús no se han cumplido en ti.
Es que no es eso. Te lo explicaré con un ejemplo que se nos quedará pequeño, pero de momento servirá. Supón que una madre dice a su hijo: «Ve a la tienda y pide en mi nombre tres barras de pan. Diles que más tarde iré yo a pagarlas». Al niño le darán el pan, porque va en nombre de su madre. En la tienda conocen a la madre y se fían de ella. El niño no ha tenido que hacer otra cosa sino pedir, en nombre de la madre, lo que la madre quería.
Pedir en nombre de Jesús es dejar que el Espíritu de Jesús pida en ti lo que Jesús quiere. A esa petición el Padre no puede negarse. Sin embargo, cuando empleas el nombre de Jesús para pedir lo que quieres tú… Dios, entonces, te dará lo mejor. Aunque no sea lo que pediste.
(TP06S)