El secreto de Jesús

Sorprende que, cuando apenas le quedan horas para abandonar este mundo, Jesús diga a los suyos: Muchas cosas me quedan por deciros. ¿De modo, Señor, que te marchas, y te llevas tu secreto?

La respuesta es «sí». Jesús se marchó, y se llevó consigo su secreto. Ese secreto no está escrito en los evangelios. Cuando, tras leer el evangelio, lo cierras, a Jesús aún le quedan muchas cosas por decirte. Te ha dejado en esas páginas lo que podías asimilar, pero su secreto no cabe en un libro, ni tampoco lo escucharás en un sermón.

Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. El secreto de Jesús sólo el Espíritu te lo puede comunicar. Lo hará sin palabras, con su «toque delicado que a vida eterna sabe», según nos enseñó san Juan de la Cruz. Y, cuando lo haga, tampoco tú podrás comunicarlo, pero lo guardarás como un tesoro en lo profundo del alma.

Mañana comienza el decenario al Espíritu Santo. Invoca mucho al Paráclito durante esos diez días. Él, cuando venga, llevará tu oración a otro nivel: el de la intimidad y el secreto, el del Amor. Será deleite y anticipo del cielo.

(TP06X)