La Resurrección del Señor

24 julio, 2024 – Espiritualidad digital

La conversión de Santiago

Decimos que un encuentro con Cristo puede cambiar la vida de un hombre. Pero hoy quisiera matizarlo: Es el encuentro con Jesús crucificado el que transforma la vida.

Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Esos dos «niñitos de mamá» eran pescadores de Galilea que habían ido al Jordán a escuchar al Bautista, y que allí se encontraron con Jesús. De vuelta en Galilea, Jesús los invitó a ser pescadores de hombres, y los llamó «hijos del trueno». Con razón. Quisieron enviar fuego y azufre sobre aquel pueblo que rehusó recibir a Jesús. Y la emprendieron a gritos contra el que echaba demonios en el nombre de Cristo. No estaban convertidos.

Hasta que apareció la Cruz. A diferencia de Juan, Santiago huyó. Sin duda, lo lloró, y con lágrimas de humildad apagó para siempre el fuego de su cólera. Según cuenta san Pablo, Cristo resucitado se le apareció y lo confortó. Después derramó su Espíritu sobre él.

Ya tenemos al santo. Al que se apresuró a viajar a España, y a morir mártir a manos de Herodes. Pero ese cambio comenzó al encuentro con la Cruz.

(2507)

¿Una pérdida de tiempo?

El sembrador siembra la semilla, pero sólo una de cada cuatro da fruto. Una parte cayó al borde del camino… Otra parte cayó en terreno pedregoso… Otra cayó entre abrojos… Otra cayó en tierra buena y dio fruto.

Si ya sabe el sembrador que allí no germinará, ¿Por qué desperdicia las otras tres? ¿Por qué no sembrar tan sólo en tierra buena?

¿Por qué elegiste a Judas, si sabías que te iba a traicionar? ¿Por qué tanto esfuerzo en hablar con los fariseos, si sabías que no te harían caso? ¿Por qué amaste al joven rico, si sabías que se daría la vuelta?

¿Por qué voy a hablar de Dios a esta persona, si se burlará? ¿Por qué seguir entregando mi tiempo a éstos, si me desprecian? ¿Por qué enseñar a quien jamás va a aprender?

Creo que van ocho preguntas. Y podrían ser ochenta. Da lo mismo, todas tienen la misma respuesta:

Porque Tú eres generoso y siembras a voleo. Porque das siempre una oportunidad a las almas para que se conviertan. Porque amas también el borde del camino, el terreno pedregoso y la tierra poblada de abrojos. Porque nadie debe decir que Dios no le tendió la mano.

(TOP16X)

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