Cambia de enchufe

Vaya, no funciona la toma de corriente. Y, cuando enchufas el teléfono móvil para cargarlo, que si quieres arroz, Catalina. Entonces vas a otra habitación, buscas otro enchufe que funcione, y lo cargas allí.

Nos importa muchísimo saber qué significa «perdonar de corazón», porque Cristo nos ha asegurado que su Padre no perdonará nuestras culpas si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

No puedes evitar que el corazón te sangre cuando aparece esa persona que te hizo daño. Y crees que no has perdonado. Eso te hace sufrir. Pero te equivocas. El que te duela la herida no significa que no hayas perdonado. Aunque tu corazón, mientras dure ese sufrimiento, tampoco es capaz de perdonar. Se te nota por la cara que le pones (y la que no le pones) a quien te ofendió. No eres capaz de tratarlo con cariño.

Cambia de toma de corriente. Enchufa tu vida al corazón de Cristo, conéctala a la llaga de su costado. Y pon tu rostro, tus palabras y tus obras al servicio de los sentimientos de ese corazón misericordioso. No es hipocresía, ni fingimiento. Es caridad de la buena. Has perdonado de corazón… con el corazón de Jesús.

(TC03M)