Una vocación maravillosa

esa vozAunque Jesús vivió la mayor parte de su vida en Nazaret, fue tan estrecha la amistad que le unía a Pedro, Santiago y Juan que también se dice de Cafarnaún que era la casa del Señor. Tanto Nazaret como Cafarnaún fueron considerados hogares de Cristo.

Sin embargo, en Cafarnaún lo acosaban de tal forma que no los dejaban ni comer. Y, en cuanto a los de Nazaret, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí. ¡Menudas «casas del Señor»!

Nadie por allí pensó: «Este pobre hombre tiene que comer, dejadlo en paz». Nadie le trajo un refrigerio, una cerveza, un bocadillo de calamares, yo qué sé… Y cuando llegaron los de Nazaret, no llegaron precisamente a cuidar de su primo, sino a llevárselo donde encierran a los locos.

Su Padre se apiadó de Él. Y suscitó en algunas personas una vocación preciosa: la de hacer descansar a Jesús. Pero esas personas no estaban en Galilea, sino en Betania, en Judea. Se llamaban Marta, María y Lázaro. Jesús sólo descansó cerca del lugar donde murió.

Que te bendiga Dios con esa vocación, y te sientas llamado a hacer descansar al Señor. Lo deseo por Él… y por ti.

(TOP02S)

“Evangelio