Santos que guíen a santos
Cuando el tío Ben le dijo a Peter Parker (Spiderman, para más señas) que «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», estaba citando a los clásicos, porque esa frase aparece ya en la literatura griega relativa a la espada de Damocles. En todo caso, la frasecita nos viene hoy al pelo.
¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido!
Más poder que a aquellos maestros de la Ley, a quienes se entregó en depósito la herencia de Moisés, se nos ha dado a nosotros, los cristianos. Hemos recibido las palabras de Cristo, el Magisterio de la Iglesia y las enseñanzas de los santos. Y las hemos recibido para repartirlas, para darlas a conocer a todos los hombres.
Pero (y ahora viene la parte de la gran responsabilidad) si nos escuchan hablar de Dios, y después nos ven tibios, descuidados, sensuales, soberbios, envidiosos, egoístas… Si no nos ven arrepentirnos de nuestras faltas y luchar por enmendarnos… Entonces se sentirán movidos a imitarnos, y no entraremos en el reino ni ellos ni nosotros.
Necesitamos santos que guíen a santos.
(TOI28J)