¿Para qué se nos ha dado la vida?

La pregunta es tan básica, tan elemental, que a veces pudiera parecer una pregunta estúpida. Sin embargo, la auténtica estupidez se alcanza cuando la pregunta no se responde. ¿Para qué se nos ha dado la vida?

Hay quien piensa que la vida se nos dio para echar la siesta; otros creen que para amasar dinero; otros creen que para disfrutar de los placeres carnales… y todos ellos acaban frustrados e insatisfechos por no haber sabido responder bien a la pregunta.

La vida se nos ha dado para que la entreguemos por amor. Más aún: para que la entreguemos, por amor, a Aquél que nos la dio. Y, al hacerlo, alcancemos el gozo de un Amor eterno.

Ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. Contempla, hoy sábado, a Jesús sepultado. Todo lo ha entregado, todo le falta. Y va a ser recibido en el cielo por su Padre y sentado a su derecha. Del mismo modo tú: no te guardes nada, ni tu tiempo, ni tus fuerzas, ni tus bienes. Sé generoso, entrega por amor cuanto has recibido, y experimentarás la dicha de los bienaventurados.

¿Qué te falta por entregar?

(TOI31S)