La «ortodoxia» del Enemigo

Las palabras de Jesús hacia quienes lo acusaban de expulsar demonios con el poder del jefe de los demonios son, también, todo un toque de atención para nosotros:

Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir.

A lo largo de los siglos, el mayor sufrimiento de la Iglesia no ha venido de sus perseguidores, quienes, al fin y al cabo, la han fortalecido con la sangre de los mártires. El mayor sufrimiento de la Iglesia ha venido de quienes, desde dentro, la dividían. Los cismas, las herejías, la desconfianza… todo ello ha salido de dentro de la Iglesia.

Vivimos tiempos difíciles. Y es preciso recordar que un cristiano debe estar siempre unido a Pedro. Quienes, desde una pretendida «ortodoxia», critican al Papa y a los obispos, o ponen en tela de juicio públicamente las doctrinas emanadas de Roma, están dándole al Enemigo la tarea hecha.

No entremos en ese juego diabólico. Recordemos a santa Catalina de Siena. El Papa, sea quien sea, es el «dulce Cristo en la tierra». Y cualquier desconfianza o crítica que nos separe del Papa nos separa de Cristo.

Cada uno de nosotros somos garantes de la unidad de la Iglesia.

(TOP03L)

“Evangelio