La Resurrección del Señor

Viernes de la 24ª semana del Tiempo Ordinario (Ciclo impar) – Espiritualidad digital

Mujeres devotas

santas mujeresLa palabra «devoción», en español, tiene una historia maravillosa que nos lleva a la «devotio iberica». Antes de la llegada de los romanos, los devotos eran siervos de grandes guerreros que comprometían su vida con la de su amo hasta el punto de estar dispuestos a morir con él. Por eso, cuando el jefe moría, ellos debían suicidarse y eran enterrados con su señor. Ahora llamamos «devota» a una persona que reza con las manos juntitas, pero el asunto, como veis, es mucho más serio.

Cuenta san Lucas que Jesús caminaba acompañado por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades.

Estas mujeres constituían, digamos, un segundo «anillo» en torno a Jesús. El primero eran, lógicamente, los apóstoles. Pero en el momento clave, cuando Jesús sufrió su Pasión, el primer anillo se retiró casi entero, y fue este segundo anillo el que rodeó y confortó al Señor, acompañándolo en su muerte. He aquí la verdadera devoción. María Magdalena hubiera querido, incluso, ser enterrada con Él.

Sí, yo también junto las manitas para rezar. Pero seré realmente devoto cuando deje que me las aten y anuden el otro cabo de la cuerda a las manos de Jesús.

(TOI24V)

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