La Resurrección del Señor

Jueves de la 11ª semana del Tiempo Ordinario (Ciclo impar) – Espiritualidad digital

¿Por qué pedir?

Por un lado, me consuela saber que no tengo que convencer a Dios, ni preparar un discurso para que se dé cuenta de lo mucho que necesito lo que le pido. Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Me tranquiliza saber que Dios sabe lo que necesito, incluso cuando es distinto de lo que pido.

Pero, por otro lado… Entonces, ¿para qué pedir? Julián, el camarero del restaurante al que acudo los jueves, sabe que el P Guillermo y yo tomamos vino y agua para beber. Nunca nos pregunta, nos lo sirve y tan contentos. Igual un día le sorprendemos pidiéndole zumo de zanahoria, pero no es probable. Al menos, en mi caso.

¿Por qué, entonces, si Dios sabe lo que necesito, quiere que se lo pida? Desde luego, no porque necesite información. Quiere que se lo pida porque pedir me hace niño; porque me recuerda mi pobreza y mi impotencia; porque me hace humilde y perseverante… En definitiva, porque pedir me recuerda quién soy yo y quién es Él.

(TOI11J)

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad