La Resurrección del Señor

Fiesta de los santos arcángeles Miguel Gabriel y Rafael – Espiritualidad digital

Hijos de Dios, ciudadanos del cielo

El capítulo 28 del Génesis nos cuenta cómo Jacob, de camino a Jarán, durmió sobre una piedra. Y tuvo un sueño: una escalinata, apoyada en la tierra, con la cima tocaba el cielo. Ángeles de Dios subían y bajaban por ella (Gén 28, 12). Este sueño, anuncio de una nueva era en la historia entre Dios y los hombres, enlaza directamente con las palabras que Jesús dirige a Natanael:

Veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

Clavado en una Cruz que une el cielo con la tierra, Cristo es esa escalera por la que los ángeles descienden a la tierra y ascienden de nuevo al cielo.

Anteriormente, los ángeles visitaron ocasionalmente a los hombres, y los hombres, ante la visión de los espíritus celestes, temblaron. Hoy, a través de esa escalera, los ángeles conviven a diario con nosotros. Más aún, también nosotros vivimos donde ellos viven, porque esa escalera es más nuestra que suya. Y por ella ascendemos al cielo, y vivimos ya en la eternidad, y somos amigos, hermanos y familiares de Miguel, Gabriel, Rafael, y de todos los coros angélicos. Somos hijos de Dios, ciudadanos del cielo.

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