La Resurrección del Señor

14º Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo A) – Espiritualidad digital

¿Tú para quién trabajas?

Supón que trabajas subido a un andamio en pleno mes de julio, colocando ladrillos en una pared. Y, por si fuera poco, con un casco encima que hace que el sudor te caiga por toda la cara y convierta tu pelo en una pasta amorfa. El jefe de la obra te vigila, no se te ocurra parar, porque es capaz de descontártelo del sueldo. Y, en un momento dado, ese mismo jefe se compadece de ti y te grita: «¡Baja y tómate un refresco conmigo, descansa un poco!» ¿Verdad que bajarías encantado, y que el refresco te sabría a gloria bendita?

Tienes mil cosas que hacer, ya lo sé. No paras en todo el día. Y ahora, en verano, con los chicos en casa, hay más trabajo todavía. Y entonces tu Jefe, el Señor –porque, no lo olvides, trabajas para Él– te dice: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Te lo traduzco: «Detente, ven conmigo a descansar. Vamos a rezar media hora y yo te refrescaré con el soplo de mi Espíritu»… ¿Y vas tú, y le respondes: «No puedo, tengo mucho que hacer»?

Entonces tendré que preguntarte: ¿Tú para quién trabajas?

(TOA14)

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad