La Resurrección del Señor

Memoria del Inmaculado Corazón de María – Espiritualidad digital

La sombra en la morada de la luz

La Iglesia celebra, el sábado siguiente a la solemnidad del sagrado Corazón de Jesús, la memoria del inmaculado Corazón de María. Libre de toda mácula de pecado, es el divino receptáculo donde se embalsan los sentimientos del corazón de su hijo. Son aguas limpias, dulces, que beben los pequeños al alimentarse del pecho materno.

Que no haya sombra de pecado en el Corazón de María no significa que estuviera libre del zarpazo de la muerte. Como su Hijo, la Virgen padeció dolores y angustias, pero esas angustias no fueron provocadas por el egoísmo, sino por las tinieblas de la Cruz, cuya sombra se cernió sobre María desde el principio. Son angustias santas.

Tu padre y yo te buscábamos angustiados. Durante tres días, preludio de otros tres que llegarían después, el Corazón de María se cubrió de tinieblas. Había perdido la luz, había desaparecido el Niño, y lloraba por dentro anticipando el grito desgarrador del Calvario: «Hijo mío, Hijo mío, ¿por qué me has abandonado?». Cuando, pasados esos tres días, volvió la luz, ella, que conservaba todo esto en su corazón, aprendió una lección que la iluminaría, como una lámpara, durante el Sábado Santo: jamás perdería a su Hijo para siempre.

(ICM)

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