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Espiritualidad digital – Página 17 – Brevísima homilía diaria, por José-Fernando Rey Ballesteros

ESPIRITUALIDAD DIGITAL

Como bandera discutida

A veces me sorprendo a mí mismo cuando me veo, en mi cargo de párroco, tratando de tener contento a todo el mundo. Hasta que me vienen unos novios que quieren convertir su boda en un recital de bandas sonoras de películas y tengo que decirles: «No». Se me enfadan los novios, me llama la madre de la novia por el disgusto que tiene su hija, me llaman los músicos para tratar de convencerme… Y yo me digo: «Pero, Fernando, ¿eres tonto? ¿Aún no te has dado cuenta de que no puedes agradar a todo el mundo?».

Nunca se ha visto en Israel cosa igual… Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios. Si en torno a Cristo, que es la Verdad encarnada, se dividieron los hombres, alabándolo unos y ultrajándolo otros, no vayamos nosotros a querer caer bien a todos.

Insisto en que Cristo es la Verdad, porque la única forma de agradar a todo el mundo es mintiendo. Pero hasta ese truco funciona pocas veces.

Asumamos que siempre habrá quien nos mire mal, quien hable mal de nosotros… y no creamos que, por eso, estamos haciendo algo mal. Preocupémonos sólo de agradar a Dios.

(TOI14M)

La fe de la hemorroísa y los calcetines de san Pío

A san Pío X, según dicen, le robaron unos calcetines como reliquia. Y una religiosa se le acercó y le dijo: «Santidad, he sanado de una enfermedad al tocar sus calcetines». El buen papa respondió: «Qué raro, yo me los pongo todos los días y no me hacen ningún efecto».

Una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría. Como los calcetines de san Pío, no era el manto de Jesús el que obraba milagros, sino la fe de aquella mujer. ¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado. Porque creyó que aquel hombre era Dios; que ella se estaba muriendo y Él era la Vida; que la Vida manaba de Él como un río; que la misma Vida consiste en estar en contacto con Él…

Hay todo un tratado de espiritualidad en la fe de la hemorroísa. El milagro, a fin de cuentas, es lo de menos. ¿De qué te sirve curarte de unas hemorragias para morir después y perderte para siempre? Pero si crees que Cristo es la Vida y te abrazas a Él, vivirás eternamente.

(TOI14L)

La cerveza, las almas y Dios

Muchos de vosotros asistiréis, este domingo, a la primera misa de vuestras vacaciones. Y podría desconcertaros que, una vez deshechas las maletas y dispuestos a disfrutar del primer aperitivo, el Señor os diga:

¡Poneos en camino!

¡Pero si yo venía a tumbarme!

Has traído al apartamento quince maletas, y te dice Jesús:

No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias.

¿Y dónde meto el cargador del móvil, y el plato de la comida del perro?

Jajaja. Y, por si no hubiera suficiente:

La mies es abundante y los obreros pocos.

¡O sea, que encima quieres que me ponga a trabajar en vacaciones! ¡Adiós, descanso! Y ¿qué trabajo quieres que haga?

Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa»… Curad a los enfermos que haya.

Tu trabajo es ir a la playa, beber cerveza en el chiringuito y pasear al atardecer. Pero no como quien se ha ganado un descanso y se lo cobra, sino como quien ha sido enviado por Cristo a proclamar: El reino de Dios ha llegado a vosotros.

Hay mucha gente en tu lugar de vacaciones que necesita ese anuncio. ¿A qué esperas? ¡Ve al chiringuito, que te esperan la cerveza, las almas y Dios!

(TOC14)

El sábado es de la Virgen

En el sábado se dan la mano la soledad y la esperanza. O, mejor, la esperanza toma de la mano a la soledad y la invita a mirar al cielo. Es el día de la Virgen.

Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.

Hoy el esposo ha sido arrebatado, y yace bajo tierra. Pero la madre se quedó, para que la soledad no quedara sin consuelo. En los momentos de mayor oscuridad en mi vida, siempre he encontrado en ella esa gota de dulzura que me ha ayudado a transitar por el valle de la muerte.

No dejes ningún día de rezar el rosario. Es la bendita cadena que te une a la Virgen, la garantía de que tu mano y la suya caminan unidas en la travesía del sábado, ese sábado en que parece que Dios ha muerto y vencen el mal y la muerte.

Recorriendo con ella este mundo de sombras, se llena de esperanza el corazón. Y entiendes que el silencio que todo lo llena no es sino el preludio de una sinfonía de primavera. Y las espesas tinieblas, con sus fantasmas, no son sino anuncio de un amanecer glorioso. Mañana será domingo.

(TOI13S)

La salvación sin ejército

El «Ejército de salvación» era una figura muy recurrente en las películas clásicas americanas, sobre todo en las ambientadas en los años 20 y 30 del pasado siglo. Desfilaban por las calles con sus tambores y trompetas, y se metían en los bares y los antros invitando a los borrachos a dejar la botella y cambiarla por la Biblia. Aún recuerdo la maravillosa «Guys and Dolls». A los borrachos, que estaban borrachos, no les hacía mucha gracia que aquellas señoritas les amargaran la cogorza con sermones. Casi lo comprendo. Eran unas petardas.

¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores? Me atrevo a dudar que Jesús hubiese formado parte de aquellas tropas victorianas. Jesús se acercó a los pecadores, pero no para condenarlos, sino para comer y beber con ellos. No les anunciaba, con su presencia, que acabarían en el infierno, sino que Dios los amaba, incluso mientras estaban borrachos, robaban en el telonio –como Mateo– o se prostituían.

Porque lo de que iban a ir al infierno ellos ya lo sabían. Llevaban el infierno dentro. Pero el que Dios los amase así, tal como estaban, era la gran noticia que los enamoró y los movió a conversión.

(TOI13V)

¿Dónde te habías metido, alma de cántaro?

apóstol santo tomásPero ¿dónde estaba este hombre?

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.

¿Dónde se había metido Tomasito en el día más grande de la Historia de la Humanidad? Se había ido a su casa, como los de Emaús. Había roto con los hermanos, no tenía esperanza alguna. Y, por apartarse de los hermanos, se privó de aquella aparición en el cenáculo. Imagino a Juan y Andrés buscándolo, ¿habéis visto a Tomás? ¿Ha pasado por aquí? ¿Alguien sabe algo?

Cuando lo encontraron ya era tarde, porque quizá era miércoles o jueves. Y le dijeron: Hemos visto al Señor. Pero su corazón estaba endurecido: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.

Es maravilloso ver cómo, al domingo siguiente, los hermanos habían acogido de nuevo en el cenáculo a Tomás con la alegría del padre del hijo pródigo. Y entonces vino el Señor, y el corazón rebelde se derritió.

Recuérdalo: A Cristo lo encontrarás en el seno de la Iglesia. Si rompes con tus hermanos, lo pierdes a Él.

(0307)

Tu verdadero enemigo

¿Eran dos, o era uno? No lo sabemos, san Mateo ve doble algunas veces. San Marcos y san Lucas hablan de un endemoniado en Gerasa. San Mateo cuenta dos. En los otros evangelios, Jesús pregunta a los demonios por su nombre. En san Mateo, apenas hay diálogo. Jesús sólo pronuncia un monosílabo: Id.

Da igual. Lo que importa es que es la mera presencia de Jesús la que hace huir a los demonios. Igual que ayer su mera presencia, aun dormido, gobernaba los vientos y las olas, hoy basta una palabra suya para liberar a los endemoniados. Y tanto ayer como hoy aprendemos que nada debe temer quien tiene consigo a Cristo.

Explicaba yo a unos niños cómo la vela del bautismo representa la luz del alma en gracia. Y les advertía que esa llama puede apagarse. Un niño levantó la mano y dijo: «Es verdad. Porque viene el demonio y sopla».

Respuesta incorrecta. Ni todos los demonios del infierno soplando juntos pueden robarte la gracia de Dios. Por eso, nada tienes que temer.

El único que puede apagar la vela de tu bautismo eres tú. Con el soplo del pecado. He ahí tu verdadero enemigo. Guárdate de ti mismo.

(TOI13X)

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