Lo único que importa en esta vida

Lo difícil es que nos lo creamos. Las urgencias, las preocupaciones y los mil ruidos que nos rodean nos engañan y nos ciegan. Pero lo único que importa en esta vida es estar unidos a Cristo. Y nada más. Si fracasamos en todo, si todo nos duele, si la enfermedad y la muerte nos acosan por todas partes, pero estamos unidos a Cristo, todo va bien. Pero si nos apartamos de Él, aunque el mundo entero nos aplauda, aunque rebosemos salud y nos sobre el dinero, estamos perdidos. Lo repetiré: lo único que importa en esta vida es que estemos unidos a Cristo.

Por eso, hacernos como niños es garantía de felicidad, de santidad y de vida eterna. Porque de los que son como ellos es el reino de los cielos.

Y es que nos equivocamos cuando imaginamos la santidad como una gesta de héroes. Porque el héroe es un coloso, mientras el niño es diminuto. Así que tú eliges: puedes seguir soñando con realizar por Jesús gestas dignas de una epopeya, o puedes, simplemente, echarte en sus brazos y dejarte acariciar y bendecir. O abrazar su cuello y dormir con la cabeza en su hombro, como hacía san Juan.

(TOI19S)