La Resurrección del Señor

27 mayo, 2024 – Espiritualidad digital

Camellos, camilos y camelos

Circula por ahí una teoría según la cual el camello no es camello, ni tiene jorobas, ni pesa cientos de kilos. La palabra griega «kamilos» (supuestamente mal transcrita en los evangelios como «kamelos»), significaría una cuerda gruesa. Y, entonces, las palabras de Jesús sobre los ricos dejarían una puerta abierta a la esperanza del burgués:

Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.

Si, en lugar de un camello, tenemos una cuerda gruesa, cruzar el ojo de una aguja es tarea difícil, pero no imposible. A mí esa interpretación me parece –nunca mejor dicho– un camelo.

La Cruz, puerta del cielo, es más estrecha para el hombre que el ojo de una aguja para un camello. Pero esa puerta no se cruza en el momento de la muerte si antes no se ha cruzado en vida.

Es ahora, en esta vida, cuando debemos dar todo por perdido salvo a Cristo. Y es ahora, en esta vida, cuando, cruzada esa puerta estrecha, hubiera podido el joven rico gozar del cielo. Quien no goza el cielo en esta vida tendrá muy difícil gozarlo tras la muerte.

(TOP08L)

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