La Resurrección del Señor

21 mayo, 2024 – Espiritualidad digital

Como un niño en brazos de su padre

Son varios los pasajes evangélicos en que Jesús muestra su predilección por los niños, o pide a los apóstoles que se hagan como ellos. Pero, en el evangelio de hoy, Jesús da un paso más, y hasta tal punto se identifica con los niños que llega a afirmar: El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí.

Ver a Cristo crucificado en el enfermo, en el humillado o en el pobre puede resultar fácil. Pero ¿cómo acogemos a Cristo en el niño?

La respuesta es sencilla: recordando que Cristo fue siempre un niño en brazos de su Padre. Lo llamaba «Abbá», como llaman los niños a sus padres. Era capaz de quedarse dormido como un niño en la barca agitada por la tormenta, sabiendo que su Abbá lo cuidaba. A su Abbá le pedía los milagros que realizaba, como pide un niño a su padre lo que ha de compartir con los amigos. A su Abbá gritó, llorando como un niño, en Getsemaní. Y, finalmente, sobre la Cruz murió entregando su Espíritu a su Abbá, como se duerme un niño en brazos de su padre.

¡Qué fácil es ver a Cristo en un niño!

(TOP07M)

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