La Resurrección del Señor

16 septiembre, 2023 – Espiritualidad digital

Historias de la mili

Esto de contar historias de la mili es propio de abuelos, pero en mi parroquia ya hay abuelos de mi edad. Así que, desde mi «abuelez», ahí va: Estando en la Academia de Infantería de Toledo, me arrestaron por un doble motivo: fumar en formación y hablar durante la bendición de la mesa. Estaba desolado, no podía ir a casa el fin de semana. Y, mientras amargaba mis horas en la sala de arrestados, entró un teniente anunciando que el Rey iba a visitar la Academia. Para celebrarlo, todos los arrestados quedaban indultados. El grito de alegría que solté casi me cuesta un nuevo arresto.

El protagonista de la parábola, a quien llamamos «el siervo sin entrañas», tras haber sido perdonado, encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: «Págame lo que me debes». Se ve que no salió de muy buen humor de la casa de su amo. Era un necio.

Me lo dijo un sacerdote tras confesarme: «Vete muy contento». Desde que me ordené, repito esa frase a todos los penitentes. Quien no sale de la confesión lleno de alegría y dispuesto a perdonar, no sabe lo que ha recibido.

(TOA24)

Lo líquido y lo sólido

Desconfío de esa moda de organizar adoraciones del Santísimo llenas de luces, velas, colores, música y altavoces bluetooth. Sé que esas convocatorias llenan templos, atraen jóvenes y suscitan fervor. Y creo que pueden ser una puerta de entrada para quienes vienen de lejos. Pero me aterra pensar en los muchos que se quedan en la puerta, y en quienes, habiendo entrado, salen a la puerta a disfrutar de la fiesta. Esas celebraciones tienen más que ver con el sentimiento que con la fe.

Cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca. La oración no es un entretenimiento piadoso. Es la búsqueda de una Roca, y esa Roca se encuentra en lo profundo del alma. Hay que cavar hondo, a través del silencio, el recogimiento y la escucha. Tras el primer golpe de pico, aparece ese río de miel que es el sentimiento. Y facilita la labor, pero es preciso rebasarlo para adentrarse en la noche y encontrar la Roca. Allí hay sequedad para el sentido y verdad, sustento para el alma. Lo que se edifique sobre ella permanecerá. Lo que se edifique sobre el río de miel… será llevado, como un tronco, al abismo de la muerte. Aunque sea bailando.

(TOI23S)

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