La Resurrección del Señor

Viernes de la 4ª semana de Cuaresma – Espiritualidad digital

Encantado de conocerte

En la Biblia, conocer no es leer un libro, ni escuchar una noticia. Adán conoció a Eva, su mujer, que concibió (Gén 4, 1). Señor, tú me sondeas y me conoces (Sal 139, 1). Cuando la Biblia habla de «conocer», se refiere a un conocimiento amoroso, a una alianza nupcial, a un dulce adentramiento en el ser amado, quien acoge y hospeda al amante.

Jesús juega con ese sentido profundo: A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo –mentira, eso es lo que creéis–. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado.

No lo conocéis significa «no lo amáis». Yo lo conozco significa «El Padre y yo nos amamos, somos uno».

Lo mismo que Cristo dice respecto a su Padre deberíamos poderlo decir nosotros respecto a Él. «Yo lo conozco, porque procedo de Él y Él me ha enviado». Pero poder decir esto requiere mucha oración, mucha unión con Jesús.

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo (Jn 17, 3).

(TC04V)

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad