La Resurrección del Señor

Viernes de la 13ª semana del Tiempo Ordinario (Ciclo impar) – Espiritualidad digital

Eres feo y Dios te ama

Me preocupa esta obsesión moderna con la autoestima. Hoy día, si no tienes el colesterol bajo y la autoestima alta, no eres nadie. Una pobre mujer me decía, toda ufana, que su psicóloga le había dado la receta de la felicidad. Cada mañana se miraba al espejo y se repetía: «¡Guapa! ¡Guapa!». Yo, claro, la miraba y no salía de mi asombro.

Es muy difícil que el cristianismo llegue a calar en una sociedad empeñada en mirarse al espejo y decirse: «¡Guapa!». Porque el cristianismo, la nueva Alianza de Dios con los hombres, comienza con el encuentro entre el Hijo de Dios y un hijo de Adán enfermo y pecador. Cristo no viene al mundo como psicólogo, a derramar piropos sobre los israelitas. Viene como médico, a derramar el ungüento de su sangre sobre pecadores.

Que no he venido a llamar a justos sino a pecadores. Esto es una bomba en los cimientos de nuestra autoestima. Si eres guapo, alto y bueno, no necesitas a Cristo. Sólo si tomas conciencia de que eres feo y pecador podrás recibir su perdón.

Pero, cuando lo hayas recibido, podrás mirarte al espejo y decirte: «Vales toda la sangre de Cristo». Y ¡será verdad!

(TOI13V)

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