La Resurrección del Señor

Miércoles de la 2ª semana del Tiempo Ordinario (Ciclo par) – Espiritualidad digital

Un escenario, dos historias

¡Qué dos historias tan distintas, ambas al mismo tiempo, en el mismo lugar, con el mismo protagonista y con diferentes actores secundarios!

Primera historia: Había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Jesús dice al hombre: «Extiende la mano». La extendió y su mano quedó restablecida. Aquel enfermo fue mirado con compasión por Jesús, fue sanado de su enfermedad, y salió de allí feliz y agradecido por las maravillas obradas en él.

Segunda historia: Los fariseos lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo. Jesús, echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazónEn cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.

¿Qué marca la diferencia entre ambas historias? La humildad, palabra que procede de «humus», «tierra». El enfermo estaba postrado en tierra por su enfermedad, y se sabía necesitado de compasión. Los fariseos, en cambio, erguidos por su soberbia, se erigieron en jueces del propio Dios hecho hombre.

¿De qué les servía a aquellos hombres rezar siete veces al día y dar en limosna el diezmo de sus bienes? Créeme: la soberbia convierte a la piedad en un camino hacia el infierno.

(TOP02X)

“Evangelio

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