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Espiritualidad digital – Página 47 – Brevísima homilía diaria, por José-Fernando Rey Ballesteros

ESPIRITUALIDAD DIGITAL

Los que saben beber

Jesús comía y bebía. Bebía vino. Le gustaba el vino, y en vino convirtió el agua de las bodas de Caná. Antes de morir, cenando con los suyos, miró a su copa y se lamentó de que ya no volvería a beber vino hasta el cielo.

Lo acusaron de ser comilón y borracho. Era una calumnia. Jesús jamás se emborrachó. Quienes se emborrachan profanan el vino. Pero es lo que sucede cuando llevas a un banquete a quien está vacío por dentro: se emborracha y vomita. Qué paradoja: quiere llenarse, y termina vaciándose. No se puede echar vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres.

Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar. Jesús sabía comer y sabía beber, porque estaba lleno de Dios, y no bebía para llenarse, sino para dar gracias. Le sabía mejor la comida, y más rico el vino.

Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán en aquel día. Luego, en la Cruz, le ofrecerán vino, y no lo tomará. No era tiempo de celebrar, sino de ayunar.

Dichosos quienes saben beber, y saben también ayunar. Son hijos de Dios.

(TOI02L)

Los verdaderos novios en las bodas de Caná

Estos breves comentarios no quieren ser clases de teología, pero vendrá bien apuntar hoy que la Virgen es llamada esposa de Cristo. Y que los verdaderos esposos, en las bodas de Caná, son Cristo y María. Para entenderlo basta con superponer la escena en el retablo de la Pasión.

Diréis que la esposa de Cristo es la Iglesia. Pero, en la Cruz, la Iglesia era María. Ella recoge la sangre redentora de Jesús y da a luz al primer cristiano, Juan, llamado allí mismo hijo suyo. Ella es cónyuge de Cristo, porque en el Calvario se unce al mismo yugo suave de su Hijo.

No tienen vino, dice la madre. Les falta tu sangre, el vino nuevo. No ha llegado mi hora, responde el Hijo. En el Calvario habrá llegado la hora. Haced lo que él os diga, dice la Virgen a los sirvientes. Haced lo que él os diga, nos dice, junto a la Cruz, a quienes allí nacemos a una vida nueva como hijos de Dios y de María.

Has guardado el vino bueno hasta ahora, dice el mayordomo al esposo. Y así dice la Virgen mientras recoge la sangre del costado y la distribuye entre sus hijos.

(TOC02)

Quien no es humilde es porque no quiere

Para las grandes tareas se elige a los grandes hombres. Cualquiera puede romper un plato, pero pocos pueden levantar una catedral. Para eso hace falta trabajo, preparación y talento.

¿Por qué come con publicanos y pecadores? Se lo preguntaban los fariseos, porque Cristo ha roto todos los pronósticos. Para edificar su iglesia ha elegido a torpes, pecadores y publicanos.

No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. A mí no me ha elegido el Señor porque fuera bueno, o listo, o guapo. Me ha elegido, en primer lugar, porque me amaba. Y, en segundo lugar, porque estaba enfermo, porque era un pecador y quería redimirme.

Dice un amigo mío que quien no es humilde es porque no quiere. Tiene toda la razón. Basta con mirar la tremenda desproporción entre nuestro pobre barro y la tarea divina que el Señor nos ha encomendado a cada uno. Hay que ser muy estúpido para engreírse.

¿Crees que estoy hablando sólo de mí? A ti te ha elegido Cristo para llenar el mundo con el Amor de Dios. Y –no te me ofendas– eres torpe, enfermo y pecador. Póstrate ante Él, y Él actuará.

(TOI01S)

De Cafarnaún al Calvario

Cada vez me sorprende más cómo toda la Escritura, del primero al último versículo, tiene su centro y su sentido en Cristo, y cómo toda la vida de Cristo se consuma en la Cruz. Cualquier palabra de la Biblia llega a plenitud en el Calvario, y cualquier palabra pronunciada por Cristo alcanza su significado más sublime si la llevamos al Gólgota.

Hijo, tus pecados te son perdonados. Estas palabras se las dice Jesús a un paralítico en Cafarnaún. Pero, llevadas al Calvario, y escuchadas en intimidad de Amor con el Crucificado, hacen que el alma se estremezca.

«Hijo», así te llama. Y entiendes que, en ese momento, estás naciendo de su costado como nace un niño del vientre materno. Tu vida nueva comienza allí.

«Tus pecados te son perdonados»… Y te dejas bañar por el agua y la sangre, y recibes, como por vez primera, ese Bautismo que limpia tu alma y la convierte en templo. Y le dices: «Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido».

Entonces sabes que te han creado en el Calvario, y que perteneces a Cristo.

(TOI01V)

“Evangelio 2025

Verás a Dios

Al menos durante esta semana, deberíamos seguir considerando y agradeciendo el don sagrado del Bautismo. Y la gracia de Dios que trae al alma, y la limpieza interior que procura.

Quiero: queda limpio. A ser tocada por las manos de Jesús, la piel de aquel enfermo, podrida hasta entonces por la lepra, quedó limpia y rejuvenecida. Cuánto más el alma ennegrecida por el pecado, al ser tocada por la gracia bautismal, es sanada, blanqueada y convertida en templo de la gloria de Dios.

Y, si al leproso le dijo Jesús: Queda limpio, a ti te dice: «Consérvate limpio». Te lo repite cada vez que, en el sacramento de la Penitencia, renueva en tu alma la gracia bautismal.

De todas las bienaventuranzas, me gusta especialmente la referida a los limpios de corazón, porque de ellos dice Jesús que verán a Dios. Y ver a Dios es la dicha suprema para el hombre. Por eso, no permitas que ninguna intención torcida, que ningún pensamiento sucio o egoísta empañe esa limpieza del alma. Y procura confesar con frecuencia, aunque no haya pecados graves, para que nada enturbie la claridad de tu fe. Así, no sólo verás a Dios: le mirarás a los ojos.

(TOI01J)

“Evangelio 2025

Hay Alguien que quiere verte

¿Tú has estado con el Papa? Yo no. Estuve con san Juan Pablo II, y apenas puede hablar con él durante unos segundos. De ese encuentro quedan, como testimonios, unas fotografías y una huella en el corazón. Pero no es fácil estar con el Papa. Somos muchísimos, y él sólo es uno. Tocamos a muy poquito.

Todo el mundo te busca… Vámonos a otra parte. Tampoco era fácil estar con Jesús. Muchos querían estar junto a Él, y Él era sólo uno. Tocaban a poquísimo. ¡Cuántos se quedarían sin verlo, a pesar de intentarlo! ¡Y cuántos se quejarían del poco tiempo que les dedicaba!

Ahora, sin embargo, estar con Jesús es sencillísimo. Basta con que te acerques a la iglesia y, allí, en el sagrario, te está esperando el Señor. Lo tienes todo para ti. Si quieres estar una hora entera con él cada día, puedes hacerlo.

Lo triste sería que ahora fuese el Señor quien se quejase de lo difícil que es estar contigo. Y del poco tiempo que le dedicas, a pesar de que Él está disponible. ¿Imaginas que tuviera que conformarse con mirar una foto de la última vez que te arrodillaste ante un sagrario? ¡Qué paradoja!

(TOI01X)

“Evangelio 2025

La batuta de Dios

Los biógrafos de san Francisco de Asís cuentan cómo la creación entera parecía postrarse ante la humilde figura del santo. El lobo se arrodillaba, el fuego renunciaba a producirle dolor mientras el cauterio abrasaba sus mejillas, y hasta Inocencio III, el papa más poderoso de la Historia, se postró ante él… ¿Cómo es posible que un hombre tan pequeño tuviera semejante autoridad?

Cuando era niño, quedaba extasiado ante el televisor contemplado «El mundo de la música», un programa en que el director de orquesta Enrique García Asensio entregaba su batuta a un chiquillo para que dirigiera a los músicos. Y yo me moría de ganas de estar allí, de tener esa batuta y dirigir la orquesta, pero nunca pude hacerlo. Hasta que, ya mayor, la presentadora del programa, la encantadora Ángeles Morales, a quien tuve el privilegio de conocer, me regaló esa batuta que sigue expuesta, como un trofeo, en el salón de mi casa.

¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos. Creo que el santo es, por su docilidad a la gracia, la batuta de Dios. Y que la Creación entera se postra ante Cristo cuando la batuta del Director obedece.

(TOI01M)

“Evangelio 2025

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