Dios nos libre de las luces led

Antes, para cambiar una bombilla más te valía servirte de un pañuelo. Ay de ti como tocases la bombilla incandescente. Ahora las luces son más baratas y más frías. Son led. Y puedes tocarlas sin quemarte. Es verdad que ahorramos mucho, pero eso de la luz fría me parece un contrasentido. Además, cambian tan deprisa los modelos de led que nunca encuentras recambio; si se apaga, tienes que cambiar la lámpara entera.

Algunos que se dicen cristianos sustituyeron la luz del Crucifijo por una luz led. Encontraron la forma de practicar la piedad sin quemarse, sin entregar la vida. Rezan, disfrutan de una espiritualidad llena de consuelo y sentimiento, pero ni queman ni se queman. Es muy cómodo; tú te pegas la vida padre y luego vas al templo a rezar como quien va al balneario. Muy chic.

Vosotros sois la luz del mundo. Dios nos libre de ser luces led. No queremos ser luz fría. Queremos quemarnos y quemar. Y tampoco queremos ahorrar ni ser baratos. Queremos entregarnos del todo, derrochar la vida en el anuncio del evangelio. Queremos ser antorchas. Consumirnos e incendiar la tierra con el fuego del Espíritu. Pagaremos con sangre la factura de la luz.

(TOI10M)