Lo que espero

JesúsEl nombre de Jesús no es casual.

Le pondrás por nombre Jesús.

Jesús es el mismo nombre que Josué, y Josué significa «Dios salva». Fue Josué quien introdujo al pueblo de Israel en la tierra prometida. Y viene Jesús a llevarnos a casa, a sacarnos del pecado y las tribulaciones de este mundo y devolvernos al hogar.

Llevo todo el Adviento preguntándome qué espero. Porque si no espero nada, salvo la enésima repetición de los ritos que cada año celebramos a finales de diciembre, entonces he perdido la esperanza y no hay, para mí, ni Adviento ni Navidad. Sólo aburrimiento y monotonía. Y trabajo.

La respuesta a esa pregunta brota sola, ni siquiera necesito pensarla. Espero ser rescatado. Necesito ser rescatado. Espero, por tanto, a un rescatador, que es lo mismo que un redentor.

Necesito ser rescatado de las urgencias de este mundo, de las preocupaciones, de las mentiras y, por supuesto, de los pecados, de las malas inclinaciones que hay en mí. Necesito ser rescatado del tiempo, el tiempo es una red que me atenaza y me arrastra. Y necesito, tras ser rescatado, que me lleven a casa. Con Jesús, José y María.

Eso espero. Ésa es mi esperanza.

(1812)

“Misterios de Navidad