¡Otro milagro en sábado! Es como si Jesús le hubiera cogido gusto a curar enfermos en el día de descanso. Es un provocador. Y el jefe de la sinagoga no puede más, la situación se le escapa de las manos y ya no sabe qué hacer.
Hay seis días para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado.
Completamente desquiciado. Es la viva imagen de lo que realmente está sucediendo: Ante la llegada del Hijo de Dios, la Ley está reventando por sus costuras, y de ella está naciendo la ley nueva, la gracia.
Fíjate, mientras el jefe de la sinagoga brama como una fiera, en la alegría de la mujer y de quienes festejaban las maravillas obradas por Jesús. ¿No ves que es un parto? La madre, la ley antigua, sufre y se rasga entre dolores para que la nueva criatura sea dada a luz. Y, al mismo tiempo, todo es alegría alrededor por el nacimiento de la gracia.
También en tu vida tendrá que sufrir un poco el hombre viejo, y tendrá que rasgarse y morir para que nazca el santo. Te aseguro que el gozo será superior al dolor. No temas.
(TOI30L)











