Un amor más fuerte que la muerte

En uno de sus pasajes más poéticos, dice el Cantar de los Cantares: Es fuerte el amor como la muerte, es cruel la pasión como el abismo; Las aguas caudalosas no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos (Ct 8, 6-7).

En la Escritura hay mujeres así, cuyo amor salta sobre la barrera de la muerte y sigue su camino hacia lo eterno. Marta ha enterrado a su hermano hace cuatro días y, sin embargo, no lo da por perdido: Aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá. Sigue viva en ella, junto al amor, la esperanza; y, junto a la esperanza, la fe: Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Y Cristo no puede resistirse ante quien se acerca a Él con las tres lámparas encendidas: Tu hermano resucitará.

Muchos creemos que María de Betania es la propia María Magdalena. También ella, en la mañana del domingo, seguirá amando con amor ardiente al Cristo a quien cree muerto. Ese amor la hará merecedora de ver su rostro antes que nadie.

Benditas mujeres, cuyo amor es más fuerte que la muerte.

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