Bipartidismo asimétrico

Cuando habla san Ignacio de las dos banderas, sin duda tiene presentes estas palabras del Señor:

La buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno.

La inmensa mayoría de los partidarios del Maligno no se definirían a sí mismos de esta forma. Para ellos, ni hay Dios ni hay Demonio. Pero buscan lo mismo que el Maligno: la muerte. Tampoco son una panda de suicidas. Simplemente, han pactado que van a morir, y a cambio procuran pasar sus cuatro días de vida entre placeres. ¿Acaso no son signos de un pacto con la muerte el aborto, la eutanasia y la esterilidad de las sociedades occidentales?

Los ciudadanos del reino saben que lo son. Aman este mundo, pero se sienten extraños en él. Combaten diariamente al Maligno, pero no odian a sus partidarios, aunque éstos los maltraten. Cuando se burlan de los ciudadanos del reino, ellos perdonan y ofrecen vida eterna a sus verdugos. Pueden hacerlos callar, pero no pueden hacerlos odiar. Gracias a estos benditos, muchos partidarios del Maligno cambian de partido. Porque lo que desean los cristianos es que, cuando llegue el tiempo de la siega, los segadores no tengan nada que arrancar.

(TOI17M)