Libros de José-Fernando Rey Ballesteros

11 diciembre, 2025 – Espiritualidad digital

Lo que Barrio Sésamo no me contó

Soy un «boomer». Y los «boomer» españoles fuimos educados en la EGB y en Barrio Sésamo, complemento imprescindible en nuestro aprendizaje. Cada vez que leo «grande», «pequeño», aparecen en mi imaginación la rana Gustavo y Coco. Ellos me enseñaron a distinguir entre grande y pequeño.

Pero, claro, Gustavo y Coco no estaban bautizados, y por eso tenían sus deficiencias. Cuando en el Evangelio se dice «grande» y «pequeño» hay matices que ni el reportero más dicharachero ni el monstruo azul podían comprender.

No ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Ahora es Cristo quien dice «grande» y «pequeño». Y nos enseña que hay grandezas y humildades distintas en la tierra y en el cielo.

La grandeza de Juan viene de su penitencia, sus ayunos, su austeridad y su esfuerzo. Es un coloso, un gigante para este mundo. La grandeza del Reino, la de los hijos de Dios, sin embargo, viene del Amor: es la del niño alzado y protegido en brazos de su Padre. Es la omnipotencia de san Pablo: Todo lo puedo en aquél que me conforta (Flp 4, 13).

(TA02J)

“Misterios de Navidad

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