La Resurrección del Señor

Sábado después de ceniza – Espiritualidad digital

¡Mírame!

Me gusta la antífona de entrada de la misa de hoy: Por tu gran compasión, vuélvete hacia nosotros (Sal 68, 17).

He aquí el efecto de nuestros pecados: Dios y nosotros, tomando el chocolate de espaldas. Nosotros mirando hacia este mundo y, en el cielo, Dios. Tiene gracia que le pidamos: Vuélvete hacia nosotros. Somos nosotros quienes nos dimos la vuelta. Pero Dios, tan atento siempre al bien del hombre, se ha vuelto hacia nosotros en Cristo. Ha venido a este mundo y se ha situado delante de nuestros propios ojos. Dios se ha convertido hacia nosotros, incluso antes de que nosotros nos convirtiéramos a Él. Y ahora, hecho carne y de pie ante el hombre, nos dice, como a Mateo:

Sígueme.

Es decir: «Ahora conviértete tú a mí». Porque estamos, como Mateo, vueltos hacia nuestras cosas, nuestros telonios, nuestras preocupaciones y nuestros asuntos. Y quiere Cristo que dejemos todo eso y nos volvamos a Él. Para eso ha venido, para llamar a los pecadores a que se conviertan.

Eso es lo que te pide hoy el Señor: que lo mires de frente. Y, si no retiras la mirada de Aquél que te está mirando, toda tu vida se transformará.

(TC0S)

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad