Dice san Pablo que la Cruz es necedad para los griegos (1Co 2, 22). Porque los griegos buscan sabiduría, y Cristo, en la Cruz, se ha hecho necio según el mundo. Al mundo, Cristo crucificado le parece tonto. ¿Por qué soportas todo eso? Has venido a traerles vida eterna y no te escuchan. Te escupen, te flagelan, te coronan de espinas, te abofetean y te crucifican. Y tú, siendo Dios, ¿te dejas? ¿Por qué los soportas? Reniega de ellos, castígalos o, si no quieres, abandónalos. ¿Por qué te inmolas así por quienes te desprecian? Todo esto, y más, es el argumentario de la sabiduría del mundo.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Nada tiene de extraño que el Hijo de quien hace llover sobre justos e injustos derrame su sangre por todos los hombres, y para todos pida perdón. Ésa es la sabiduría de Dios.
Y tú, ¿qué prefieres, ser sabio para el mundo, o ser sabio según Dios, aunque el mundo te tenga por necio?
(TC01S)