Santiago «el mayor»

Aquí en España (no sé si también en Hispanoamérica) lo llamamos «Santiago el mayor». El otro, pobrecito, ha quedado como Santiago «el menor». Y eso que era primo de Jesús. Pero igual era bajito.

Habrá que reconocer que consiguió lo que quería. O, al menos, lo que quería mamá: Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Quería que su hijo fuera «grande», y ahí lo tenemos. No grande, sino «el mayor».

El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor. En lo que mamá se equivocaba era en el camino. Quería que su hijo alcanzara la grandeza con una vicepresidencia del gobierno supuestamente instaurado por Jesús. Pero Cristo no instauró ningún gobierno terrenal.

Cristo reina desde esa cruz en la que se hizo el último de los hombres. Y Santiago es «el mayor» porque fue el primero entre los apóstoles en unirse a esa cruz y derramar su sangre por Él.

Ojalá desprecies los honores terrenos y aspires tú también a esa grandeza. Ojalá te apresures a hacerte el último allí donde estés. Ojalá encuentres la dicha en un abrazo amoroso a la Cruz.

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