¿Cómo andas de cristianismo?

¿Cómo se mide el cristianismo? ¿Se puede ser «más» o «menos» cristiano? Está claro que sí. Si «cristiano» es quien pertenece a Cristo, uno puede pertenecer más o menos al Señor; haberle entregado todo, haberle entregado casi todo, haberle entregado algo o no haberle entregado nada. Pero ¿cómo se mide? ¿Existe un termómetro que me diga a cuántos grados de cristianismo está mi alma? Bueno, un termómetro no; yo cogería, más bien, una cinta métrica.

Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto… Estas actitudes son lo más opuesto al cristianismo, porque se encuentran a muchos kilómetros de la Cruz, donde Cristo fue despreciado de los hombres, desnudado y humillado ante las gentes.

Si quieres saber cómo andas de cristianismo, mide la distancia que hay entre tu vida y la Cruz. Pero mide bien. Esa distancia no se mide por el sufrimiento; si así fuera, tomar unas gambas a la plancha con una cerveza fría supondría apostatar. La distancia se mide por la obediencia: Mientras tomo un aperitivo, o mientras sufro una enfermedad, ¿estoy realmente unido a Cristo y entregado al Padre? ¿O estoy haciendo mi «santa» voluntad?

(TOI20S)