¿Dónde preferirías pasar tus vacaciones, en el Tabor o en el Calvario?
La respuesta rápida es en el Tabor.
Pero la pregunta tiene trampa. Porque me has preguntado dónde, pero no me has preguntado con quién.
Si voy de vacaciones al Tabor mientras Jesús está en el Calvario, el Tabor se me volverá infierno. Y si voy al Calvario mientras Jesús está en el Tabor, sufro inútilmente.
La verdadera respuesta es que quiero ir donde vaya Jesús. Quiero estar con Él. Con Él el Tabor es cielo y el Calvario Amor.
María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.
Estas mujeres sabían muy bien dónde pasar las vacaciones. Porque cuando el Señor subió a la Cruz, ellas fueron al Gólgota con Él. No les importaba el dónde ni el cómo, sino el con quién. Sabían muy bien que la felicidad del hombre consiste en abrazarse a Jesús y no soltarlo jamás.
En cuanto a los hombres, de los tres que subieron al Tabor sólo uno subió al Calvario. Los otros dos aún no habían comprendido que el cielo es Cristo.
(TOI24V)