«¿Y si no quiero?». Jajaja, es la continuación que he imaginado tras meditar la escena. La pecadora unge los pies del Maestro. Jesús la trata con cariño y le otorga el perdón. Después dice:
Tu fe te ha salvado, vete en paz.
Y va ella y responde: «¿Y si no quiero? ¿Y si quiero quedarme contigo, unirme a esas mujeres que te acompañan y pasar la vida junto a ti? ¿Vas a impedírmelo?»
No. No te lo va a impedir. Ni a nosotros tampoco. Porque el vete en paz de Jesús es como el «podéis ir en paz» con el que finaliza la Misa. Y quiere decir: «Os habéis llenado de Cristo. Habéis comido su cuerpo y bebido su sangre. Su Espíritu mora en vuestras almas en gracia. Podéis ir en paz. Él es nuestra paz y va con vosotros, lo lleváis dentro. Pero si os quedáis aquí, los de fuera nunca conocerán al Señor. Salid de aquí con Él y anunciad su Amor a todos los hombres».
Lo malo sería salir de la iglesia y dejártelo dentro. Como si, simplemente, le hubieras hecho una visita y después siguieras con tu vida. No te vayas sin Él, vete en paz.
(TOI24J)