Lo que dice la higuera

Una gota de agua que cae de un grifo mal cerrado. Un descuido, voy a cerrarlo. Pero escucha primero. Toc… toc… Así se pierden las almas cuando caen sin provecho en la muerte. Pero si esas gotas caen en el vaso en que bebe el hombre, se convierten en vida. Así se salvan y viven vida eterna las almas que se dejan beber por ese Cristo que tiene sed en la Cruz.

Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.

Habla la higuera, hablan las nubes, habla el agua, habla un pañuelo caído en el suelo. Todo habla, y habla palabras venidas de Dios. Si sabemos escuchar, hasta el detalle más insignificante contiene una declaración de Amor divino. Pedid al Espíritu el don de ciencia para captar ese lenguaje.

Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Con «estas cosas» se refiere Jesús a las contrariedades que ha anunciado los dos últimos días. «Estas cosas» son la Cruz. Los sufrimientos, humillaciones y enfermedades son el abrazo del Crucifijo. Y la puerta del cielo. Escuchad.

(TOI34V)