Para quedar bien…

santidadDe los fariseos había dicho Jesús que todo lo que hacen es para que los vea la gente (Mt 23, 5). Y hoy, al pronunciar su parábola, con ironía sutil les envía un mensaje escondido: «De acuerdo, ¿queréis quedar bien, buscáis la gloria de los hombres? Pues hasta para encontrarla os conviene hacerme caso. Porque si os apresuráis a ocupar los primeros puestos, os arriesgáis a que os humillen haciéndoos cambiar de lugar. Pero si buscáis el último lugar, os acabarán ascendiendo. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales».

En resumen, les está diciendo: «Sois bobos. Ni para quedar bien servís. Hacéis el ridículo».

Jesús, sin embargo, no buscaba la gloria de los hombres, sino la de Dios. Y nos mostró el verdadero sentido de la parábola cuando se apresuró a sentarse en el último puesto, clavado con tres clavos a una cruz entre dos ladrones y enterrado en un sepulcro prestado. Entonces su Padre le dijo: Amigo, sube más arriba. Y, resucitándolo, le dio el nombre que está sobre todo nombre.

Ojalá quieras quedar bien. No con los hombres, eso no vale para nada, sino con Dios. Busca el último puesto allá donde estés. Abrázate a Jesús crucificado.

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