Y María llevó a Isabel la Navidad

Son muchos quienes dicen que María emprendió el camino hacia la casa de Isabel para ayudarla en los últimos meses de su embarazo. Yo no tengo dudas de que la ayudó, pero sí de que ése fuera el motivo principal de la visita.

María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Yo creo que María visitó a Isabel para llevarle la Navidad, la alegría por el misterio del Dios hecho hombre. Tras el anuncio del ángel, supo que había una mujer en las montañas de Judea que formaba parte de esa divina conspiración para cambiar el curso de la Historia. Y fue allí con prisa para compartir su alegría y entonar el primer villancico de la Historia: el Magnificat.

Desde que se encuentran, todo lo que se ve es la ebullición de la vida que ambas llevan dentro. En el vientre de María, el Hijo de Dios; en el de Isabel, el precursor. Lleno de gracia el corazón de María, lleno de Espíritu el de Isabel.

Mírate por dentro. Reza, déjate tú también llenar de vida por Dios. Y lleva la Navidad a quienes te rodean.

(TAC04)

“Misterios de Navidad