Una oportunidad única
Hoy se te presenta una oportunidad única: la de una auténtica regeneración interior. Hoy puede ser el comienzo de tu muerte y el preludio de tu nuevo nacimiento como otro Cristo. Hoy tienes la posibilidad de ser limpiado de tus culpas y renovado por dentro.
Hoy comienza la Cuaresma. Y todo está por hacer; es tu oportunidad. Aprovéchala. Es el primero de cuarenta días de camino hacia la Cruz y, llegados allí, hacia el cielo. No caminarás solo; tus hermanos caminamos contigo. Es la Iglesia entera quien hoy se pone en marcha. No te quedes en tierra.
La ceniza sobre tu cabeza marca el punto de partida. Y, cuando la recibas, haz que caiga sobre un corazón contrito. Has pecado, has errado el camino, lo has hecho mal, has ofendido a Dios. Reconócelo, y trata de recibir el sacramento del Perdón en estos primeros días.
Y, ahora, tu programa cuaresmal. Cuando hagas limosna… Cuando oréis… Cuando ayunes… Bastarán tres propósitos pequeños y firmes. Uno que te mueva a romper el egoísmo y entregarte más al prójimo. Otro que te empuje a rezar más y mejor. Otro que te lleve a mortificar la carne con ayunos.
¡Adelante! Esto acaba de empezar.
(TC0X)