Sólo Cristo es verdad

Seamos claros: Sólo Cristo es la verdad, y todo lo demás es mentira. Ese partido de fútbol que viste es mentira. Esa serie de televisión es mentira. Tú eres mentira. Yo soy mentira. Porque hoy somos, y mañana no somos. Y corre el tiempo tan deprisa que, en un abrir y cerrar de ojos, nada de lo que ves estará aquí. Somos ramas tronchadas de un árbol, que parecen lozanas sobre el suelo al caer, y rápidamente se secan.

Sé que el amor de Dios no está en vosotros. Aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios. Todos estos reproches de Jesús a los judíos se resumen así: «Estáis vacíos, sois mentira. Estáis llenos de vosotros mismos, y vosotros mismos sois nada. Estáis llenos de vacío».

¡Y no queréis venir a mí para tener vida! Porque si esas ramas tronchadas del árbol fueran de nuevo injertadas en él, como sarmientos unidos a la vid, entonces la savia volvería a correr por sus venas, y darían fruto, y vivirían.

Quienes somos mentira seremos verdad si nos llenamos de Cristo. Y, entonces, hasta un partido de fútbol, contemplado en gracia de Dios, será vida eterna.

(TC04J)