Quien te llamó te desatará
«¡Ponte derecho, que te va a salir chepa!». Nos lo decían a todos de niños, cuando andábamos encorvados o nos sentábamos de mala manera en la silla. Era buen consejo, y aprendimos a tratar de caminar erguidos y sentarnos con la espalda recta. No nos saldrá chepa, pero, a la vejez, nos encorvamos de todas formas. La muerte entró en el mundo por envidia del Diablo (Sa 2, 24), y lleva su sello. Antes de matarnos, nos humilla. Nos ata con una cadena y nos inclina hacia el polvo. El signo de la victoria de Cristo sobre la muerte fue su postura: murió erguido, extendido y mirando al Cielo.
Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado? Igual que a ella, nos desatará a nosotros cuando llegue nuestro sábado. Pero antes, como a ella, nos llamará, porque Jesús la llamó y ella acudió a Él.
Tu vida es fruto de una llamada de Cristo. Has sido bendecido con una vocación. Escucha esa llamada, responde a ella, porque es el camino que te acercará al Señor. Y quien te llamó te desatará.
(TOP30L)