Por la entrañable misericordia de nuestro Dios
Te copio un texto de profeta Oseas: ¿Cómo podría abandonarte, Efraín, entregarte, Israel? Mi corazón está perturbado, se conmueven mis entrañas (Os 11, 8). Es toda una resonancia magnética de las entrañas de Dios.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto.
El canto de Zacarías nos muestra el motivo de la visita que recibiremos esta noche: La entrañable misericordia de nuestro Dios.
Dios viene al mundo. Dios se hace hombre. Y viene por ti. No porque lo hayas merecido, ni porque seas digno de traer a Dios desde el cielo a la tierra. Viene porque eres un pecador y un miserable, que estás sumergido en tu miseria. Y Dios, al mirarte, no se ha enfadado contigo. Más bien, al ver cómo te hundías en la muerte y el pecado, se le han conmovido las entrañas y ha saltado desde el cielo a la tierra para rescatarte.
Te escribo todo esto para que esta noche, cuando te sientes a cenar con los tuyos, no vayas a creer que la Navidad la has hecho tú preparando la mesa perfecta. Y para que recuerdes cuál debe ser el sentimiento que llene tu corazón: gratitud.
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