Ponte a la cola, amigo
Me hace gracia. El baptisterio de Juan parece la consulta del médico. Todos haciendo cola, y todos preguntan lo mismo:
LA GENTE: «Entonces, ¿qué debemos hacer?» Él contestaba: «El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
LOS PUBLICANOS: «Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?» Él les contestó: «No exijáis más de lo establecido».
LOS SOLDADOS: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?» Él les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».
ANTONIO: «Y yo, ¿qué debo hacer». «Habla con Pilar, tu esposa, pregúntale cómo está, escúchala. Que llegas a casa y saludas antes a la nevera que a tu mujer».
PILAR: «Y yo, ¿qué debo hacer?». «Sé más cariñosa con Antonio, tu marido. Que parece que siempre le tienes algún reproche preparado».
MANUEL: «Y yo, ¿qué debo hacer?». «Confesarte. Que llevas seis meses sin pasar por la garita del sacerdote».
ISABEL: «Y yo, ¿qué debo hacer?». «Sacudirte la pereza y quedar con esas amigas tuyas que no creen en nada. ¿Quién, si no, les anunciará el reino de Dios?».
Venga, ponte a la cola, que es gratis. Pregunta y, después, escucha.
(TAC03)