No te retires
Todo el capítulo 15 de san Juan está atravesado por un estribillo: «Permaneced». Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí… Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros… Y hoy: Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor.
Es como decir: «Te estoy mirando, mírame. Te estoy amando, ámame». Como el Padre me amó, así os he amado yo. «Mantente en relación de amor conmigo, no te apartes de mí mientras te amo. Porque si, mientras yo te miro, tú te das la vuelta, se interrumpe el amor. Si, mientras yo te amo, tú te entregas al amor de las criaturas, me olvidas y me quedo solo amándote».
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor. «Guarda en tu corazón mis palabras, paladéalas día y noche, recuérdalas mientras trabajas, mientras vas de viaje, mientras haces la compra, mientras comes, mientras duermes, y permanecerás en mi amor. Entonces recibirás mi vida, y tú vivirás para mí. Y al comprobar lo feliz que eres, incluso en medio de las pruebas, sabrás que te creé para amarme y recibir mi amor».
(TP05J)