Más que profetas

profetasDe Juan Bautista dice Jesús que es más que profeta. Porque el profeta proclama con sus labios las palabras del Señor, pero Juan anunció a Cristo, no sólo con los labios, sino con su vida entera. El anuncio de su nacimiento preludió la embajada recibida por la Virgen. Sus saltos en el vientre materno, antes de que pudiese hablar, recibieron la llegada a su casa del Hijo de Dios. Su propio nacimiento fue profecía del nacimiento de Cristo. Su marcha al desierto y su austeridad de vida gritaban a pleno pulmón la llegada del Ungido. Sus dedos lo señalaron y sus manos lo bautizaron en el Jordán. Finalmente, su prisión y su muerte fueron anuncio de la Pasión y muerte del Señor. Todo ello es mucho más de lo que hicieron los profetas antiguos. Ellos anunciaron de lejos la salvación; Juan la tocó con sus dedos y con su vida.

Le pido a Dios que quienes, por el Bautismo, somos profetas seamos, como Juan, más que profetas. Y que no sólo nuestras palabras, sino, sobre todo, nuestras vidas, tocadas por una entrañable intimidad con Cristo, anuncien al que ha de venir y confirmen la fe que proclamamos con los labios.

(TA03J)

“Evangelio