María de Betania y María Magdalena
Abrochaos el cinturón, que vamos a entrar en una polémica de siglos cuyo desenlace no se conocerá hasta que el Señor vuelva.
María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Esta María, hermana de Marta y Lázaro, ¿es María Magdalena, la que estuvo al pie de la Cruz, la que vio al Señor resucitado, y de quien Jesús había expulsado siete demonios?
Yo no sé a ciencia cierta si María de Betania es María Magdalena. Pero, desde luego, sé que se parecen muchísimo ambas Marías. Ambas son mujeres eucarísticas, se aferran al cuerpo del Esposo y, más concretamente, a los pies. María de Betania se sienta a los pies de Cristo y los unge en el Calvario. María Magdalena los abraza en la Cruz y se arroja a abrazarlos en el huerto de José de Arimatea. Ambas aman a Cristo desesperadamente, y ambas lo hacen sin el menor respeto humano.
Personalmente, estoy convencido de que son la misma. Pero, aunque no lo fueran, sé que, si no aprendemos a amar a Cristo así, nos perderemos lo mejor de la vida. Y de la eternidad.
(LSTO)