Le han robado a Cristo las ovejas

Si, en los años 80 del pasado siglo, nos hubieran transportado en el tiempo a nuestros días, y hubiéramos visto a hombres y mujeres caminando con una pantalla en las manos, ¿qué hubiéramos pensado? Hubiéramos imaginado una película de ciencia ficción. Pero es verdad.

Vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor. ¿Cómo están las ovejas sin pastor? Dispersas, hasta que llega un ladrón y se las lleva. Así está Occidente: se apartó del Pastor, y ha sido secuestrado por el ladrón, que las apacienta a través de la pantalla.

Nos dicen qué tenemos que hacer, qué debemos pensar y qué debemos comprar. La tiranía del pensamiento único ha convertido a Occidente en un rebaño de monos evolucionados con conexión a Internet al servicio de intereses inconfesables.

Sólo Cristo, el buen Pastor, nos puede volver a hacer personas; sólo Él nos puede devolver la dignidad de hijos de Dios. Sólo Él da su vida por las ovejas.

Seguidlo a Él. Prestad más atención al Evangelio que a Instagram; al sacerdote que al periodista; a la doctrina de Jesús que a la del mundo. No sigáis viviendo como esclavos, volved a ser hijos.

(TOB16)