La limosna que Dios quiere
Es una expresión extraña, no se entiende a la primera:
Dad limosna de lo de dentro…
¿Qué quiere decir «dar limosna de lo de dentro»? ¿Dentro de la hucha, dentro del garaje, dentro de la cocina? ¿Dentro de qué?
Dentro del pecho. Contempla a Jesús crucificado, traspasado por la lanza del centurión, y entenderás que Él mismo cumplió esta palabra sobre el Gólgota. Mira el agua y la sangre que manan de su costado, y date cuenta de que el Señor quiso vaciarse por entero en su entrega. Eso es dar limosna «de lo de dentro».
Ahora piensa en cómo, tantas veces, entregamos lo de fuera: unas monedas, un poco de nuestro tiempo, unas palabras amables… mientras, por dentro, estamos deseando huir a nuestra «zona de confort» y que nos dejen en paz.
Dar limosna «de lo de dentro» es darse por entero en cada gesto y cada palabra, atender a cada persona como si no tuviéramos nada más que hacer, y poner el corazón entero en todo lo que hacemos por Dios y por el prójimo. Ya sé que darse así desgasta mucho y cansa más, pero es la única forma de pagarle al Señor con la misma moneda.
(TOP28M)