Hay Alguien que quiere verte
¿Tú has estado con el Papa? Yo no. Estuve con san Juan Pablo II, y apenas puede hablar con él durante unos segundos. De ese encuentro quedan, como testimonios, unas fotografías y una huella en el corazón. Pero no es fácil estar con el Papa. Somos muchísimos, y él sólo es uno. Tocamos a muy poquito.
Todo el mundo te busca… Vámonos a otra parte. Tampoco era fácil estar con Jesús. Muchos querían estar junto a Él, y Él era sólo uno. Tocaban a poquísimo. ¡Cuántos se quedarían sin verlo, a pesar de intentarlo! ¡Y cuántos se quejarían del poco tiempo que les dedicaba!
Ahora, sin embargo, estar con Jesús es sencillísimo. Basta con que te acerques a la iglesia y, allí, en el sagrario, te está esperando el Señor. Lo tienes todo para ti. Si quieres estar una hora entera con él cada día, puedes hacerlo.
Lo triste sería que ahora fuese el Señor quien se quejase de lo difícil que es estar contigo. Y del poco tiempo que le dedicas, a pesar de que Él está disponible. ¿Imaginas que tuviera que conformarse con mirar una foto de la última vez que te arrodillaste ante un sagrario? ¡Qué paradoja!
(TOI01X)