¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar?
Marcos sitúa el encuentro entre Jesús y la mujer cananea en una casa: Entró en una casa procurando pasar desapercibido, pero no logró ocultarse. Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. Mateo y Lucas, sin embargo, sitúan este encuentro en el camino, a través del cual la mujer fue siguiendo al Señor, hasta que lo adelantó, le cerró el paso y se postró ante Él.
En la casa, Jesús la ignoró; hizo como si no existiera. Después se marchó sin mirarla, y ella salió tras Él gritando. De ahí el hartazgo de los apóstoles, del que nos dan cuenta Mateo y Lucas. Finalmente –quizá habían caminado kilómetros–, cuando Jesús se dirigió a ella, fue para humillarla: Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos. Y después, cuando aquella mujer respondió con humildad al aparente desprecio de Jesús, le concedió cuanto pedía.
Pienso en quienes me dicen: «Rezo, pero Dios no me escucha»… ¿Hasta dónde estáis dispuestos a llegar, si sabéis que lo que pedís es bueno? ¿Hasta el Calvario?
(TOI05J)