El que se nos viene encima
Desde que se apartó de Dios, Occidente tiene miedo. El siglo comenzó con la caída de las Torres Gemelas y, desde entonces, no hemos dejado de temblar. Miedo a la guerra, a la muerte, al desastre económico, al terrorismo, al cambio climático… por no hablar del que pasamos durante la pandemia de 2020. Miedo, en general, a «la que se nos viene encima». No recuerdo, desde comienzos de siglo, un solo año sin ninguna amenaza.
El sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán… cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que él está cerca, a la puerta.
Un cristiano debería vivir el hoy y no temblar ante el mañana. No sabemos si habrá mañana. Por eso nos asimos fuertemente a lo eterno, al Señor, su Amor y su Cruz. Sabemos que Cristo es ahora, hoy y siempre; suyo es el tiempo y la eternidad. Él es el Rey de la Historia.
Lo que realmente importa no es «la que se nos viene encima», sino «el que se nos viene encima», Cristo, quien vendrá sobre las nubes, quien nos recuerda que no debemos poner nuestra esperanza más que en Él.
(TOB33)